Entradas

Mostrando entradas de abril, 2015

La revolución y la muerte

Imagen
Orihuela no es una aldea. Es una ciudad en la que la casa de su ilustre hijo Miguel Hernández se conserva tal vez tal cual era, no lejos del centro. Una autopista une el pueblo con Alicante, en la costa azul del Mediterráneo. Y en un auto que recorría esa autopista, tres visitantes ilustrados discutían un tema acaso algo trivial, hace de esto un año [2009-2010]. Roberto Alifano sostenía que Miguel Hernández mal puede ser recordado como aquél “pastor de Orihuela”, ya que era el hijo de un propietario medianamente acomodado. Antonio Requeni, que esa misma noche daría una conferencia brillante sobre Hernández en el casino de Orihuela, se negaba a admitirlo. Quien escribe estas líneas, intentando ser salomónico, terciaba con que “pastor”, en el sentido literal de la palabra, lo fue, puesto que llevaba a pastar el ganado de su padre. Y que ni los pantalones de pana ni las alpargatas eran un look escogido, sino el atuendo real de Hernández, el único del que disponía cuando se reunía co